Esta vez traemos un tema con mensaje, la explotación infantil, la perdida de la infancia en manos de intereses económicos o peores.
Me encanta su estilo y espero que entre los dos hagamos algo bueno así que si la cosa surge iremos publicando mas.
Están en tus zapatos:
Rabia, pobreza incontrolada,
maldad, soledad, hambre.
Todos aquellos seres despiadados,
que solo están cegados por el poder,
todos aquellos,
que ven en niños maquinas baratas de occidente,
a todas esas bestias malévolas de multinacionales,
a toda esa gente de corazón capitalista,
y de mentalidad insensible.
Favorecemos a la explotación de almas puras,
favorecemos al sacrificio de infancias,
al lucramiento de monstruos,
al sentimiento avaricioso.
Favorecemos a la destrucción de vidas,
favorecemos a la muerte espíritus inocentes.
Victimas cada vez más pequeñas,
y occidente mira hacia otro lado.
Victimas manchadas con billetes,
victimas manchadas con sucio dinero,
victimas del capitalismo,
que cada día desprenden un suspiro del alma,
que cada día desprenden un grito de esperanza,
un grito de libertad,
un grito que no llega a los oídos del alto ejecutivo,
que con traje y corbata,
manipula desde su cómodo sillón,
a infantes desesperados, a criaturas puras.
A esos monstruos que no ven a niños,
monstruos que ven maquinas fáciles de explotar.
Monstruos del siglo XXI,
monstruos que gobiernan naciones,
con el único objetivo de conseguir más y más,
y nunca parar de querer más.
Maldita avaricia, maldito dinero,
maldita sociedad, maldito mundo,
malditos monstruos, malditos humanos.
(I*- La que canta con lobos, "Luz y Penumbra)
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¿Cuántos dolares vale la infancia?
¿Cuánto la inocencia?
¿Tan poco cuesta,
que traficáis tan fácilmente con ella?
¿Que hay en esos
pequeños ojos ausentes,
sino la nada?
¿Que debería haber pues?
Deberían vuestras monedas fundirse
y vuestros ojos llorar,
para construir palacios de oro
donde nadie los pueda alcanzar.
La risa, el juego, la inocencia,
deberían arrasar con todo,
borrar vuestra industria,
acabar con vuestra avaricia.
Nacería la revolución de los niños.
Pero esos ojos ya carecen de brillo,
han envejecido demasiado temprano
y morirán también,
demasiado pronto.
¿Quien les devolverá la luz?
¿Quien los rescatara
cogiéndoles de la mano?
Ningún verso puedo,
malgastar si quiera
nombrando
al capitalista que tortura y aprisiona
lo mas pura y limpio
de esta sucia tierra,
que no es si no la infancia,
que es patria de los sueños
y escondida morada
de los hombres cuerdos.
(Raggamuffin KaiSeR, "La ciudad huele a Kebab")