Lo único que nos brinda el mar son golpes duros, y a veces la posibilidad de sentirnos fuertes. bueno, no se gran cosa del mar pero si se que aquí es así y también se lo importante que es en la vida no necesariamente ser fuerte sino sentirse fuerte medir tu capacidad al menos una vez, hallarte en el estado más primitivo del ser humano enfrentarte solo a la piedra ciega y sorda, sin nada que te ayuda salvo las manos y la cabeza.
Voy a intentar abrir otra etapa en este proyecto que tan poco ha andado como es Nota Caótica. Voy a eliminar las fechas, por culpa de mi poca constancia o de la mala idea de luchar contra el tiempo o he podido cumplir lo que prometí. Pero estamos en un año nuevo, lo que a resumidas cuentas no llega a significar nada, salvo quizás que tengas que comprarte un nuevo calendario para la cocina.
Cuando decidí embarcarme en este proyecto lo hice para darme fuerzas a mi mismo, para obligarme a escribir. Para obligarme a hacer algo que siempre he querido hacer y nunca he hecho (mayormente por mi culpa).
Ya desde hace mucho tiempo ando demasiado perdido, demasiado confuso. Queriendo solamente ver pasar los días uno tras otro, buscando una escusa para poder seguir esperando algo que se que no va a llegar.
Este Enero decidí coger las riendas, otra vez una vez caído del caballo por enésima vez. Intentar encaminar todo de la mejor manera posible. Encontrarme a mi mismo para llevarme a otro sitio. Me he dado unas semanas para mi mismo y ahora siento que es el momento de volver a chocar contra las olas. Volverme a poner delante de lo que quiero sabiendo de lo que soy capaz. Poniéndome delante de una desafiaste hoja en blanco, convencido de que yo puedo al menos, volver a estrellarme para poder sentir la vital sensación de haber caído otra vez en el intento, de sentirme vivo.
Nadie va a escribir esto salvo yo, a nadie le importa salvo a mi. No se si llegare a todo lo que aspiro, pero el tiempo me ha enseñado que lo peor es quedarse quieto, dejarse arrastrar por la marea, creer que el tiempo te lo traerá todo a la orilla como restos de un naufragio del que no participaste.
Pero antes de todo ello tengo que estamparme contra las olas. Apoyas mis manos sobre el teclado y escribir, chocarme contra cualquier obstaculo y caer y luego levantarme. Esperar siempre golpes duros para aprender mas duramente a luchar contra lo imparable. Sentirme vivo otra vez, volver a escribir...
Y volver a luchar por un sueño en vez de simplemente soñar dormido.
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