Para todas las personas llega un momento en la vida en que nos damos cuenta de que las Leyes de Murphy son una verdad como una catedral de grande. Que uno necesita parar en seco y revisar el pasado para poder volver a andar.
Después de dos años de trabajo e ilusiones, Relatos con Café, mi blog literario de toda la vida, se borro repentinamente sin ni incluso todavía con una explicación plausible.
Como sucede en el mundo de Internet y en la vida, todo es efímero, las cosas cambian y hay que renovarse.
Hoy os presento mi nuevo proyecto: La Ciudad Huele a Kebab. Inspirado en el titulo de una canción del gran Pablo Hasél, al que he de agradecer mil veces, este blog huye de la visión intimista y relajada de Relatos Con Café.
En este nuevo proyecto como su nombre indica huele a kebab, y a ciudad. A aceras, a asfalto, a callejones sin salida pintarrajeados, a mil porteros automáticos y mil rostros sin nombre. Al alma de la ciudad. En mi nueva etapa quiero volver a retomar el estilo de la Generación X que tanto éxito me dio con Corazones de Asfalto y la poesía variada y apenas sin rima de Antología del Desastre Poético.
Poco a poco iré recuperando mis textos perdidos de Relatos Con Cafe y publicando nuevos.
Espero entonces que os agrade el sabor de estas calles tanto como a mi escribir sobre ellas. Un nuevo proyecto comienza y este espero que sea tan bueno como el anterior. Os dejo con la Banda Sonora Original del Blog como despedida.
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